Según informaron fuentes de la investigación, esta es una de las conclusiones preliminares del informe balístico que la Guardia Civil está realizando sobre el citado proyectil, cuyo color (plateado) y calibre no es el de los que utiliza el instituto armado y cuyo estado -no estaba deformado- indica que fue disparado desde el otro lado de la valla fronteriza.

Las fuentes consultadas explicaron que cuando un proyectil se dispara a corta distancia, se achata al impactar, pero que si se dispara desde lejos -en este caso, desde territorio marroquí- va perdiendo fuerza en su trayectoria y queda poco deformado.

Cuando los expertos en balística comenzaron a analizar la bala, encontrada en la zona de vallado denominada "A-14", advirtieron que le podía faltar una esquirla, por lo que solicitaron a los forenses que examinaron los cadáveres de los dos fallecidos que buscaran algún resto que pudiera corresponderse con el trozo que faltaba.

Los médicos encontraron una esquirla de proyectil en el cuerpo del inmigrante que había quedado tendido entre la primera y la segunda valla -otro apareció colgado del vallado- y que presentaba un orificio de bala con entrada en el glúteo y salida en la ingle.

Después se comprobó que la esquirla pertenecía a la bala localizada en las proximidades del lugar en el que fue recuperado el cadáver de ese inmigrante.

El proyectil no es de los utilizados por la Guardia Civil, que en otro informe elaborado el pasado 29 de septiembre, al día siguiente de los hechos, señaló que sus agentes no habían hecho uso de munición real durante los incidentes.

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